Reseña de Wonka por Adrián Gómez
- Tenebris
- 12 dic 2023
- 2 Min. de lectura
Asunto: Wonka
He aquí la película de estás navidades. Precuela del famoso chocolatero creado por Roal Dahl, éste " Willy Wonka begins" respeta la esencia del original literario con pinceladas inclusivas ( esos policias y empresarios afroamericanos fuera de tiempo y de lugar) , pero sin caer en la reposteria woke ( nunca mejor dicho) de Disney. Warner apuesta por Paul King, autor de la saga Paddintong, y triunfa allí donde fracasaron Spielberg con Mi amigo el gigante, o Zemeckis con su remake de Las Brujas, obras también del escritor de Relatos de lo inesperado.
Dahl, recordémoslo ya, también fue guionista para Cubby Brócoli, adaptando a Ian Fleming en Sólo se vive dos veces (1967) y Chity Chity Bang Bang (1968), pero es con Un mundo de fantasía (1971) de Mel Stuart, cuando el cine se fija en él. Ésta primera traslación cinematográfica de Charlie y la fábrica de chocolate, ya es un musical infantil y juvenil, donde se atisba la mala baba y el humor negro del novelista, perfectamente ampliado en el remake de Tim Burton, y en las excelentes Las Brujas (1990) de Nicholas Roeg , y Mathilda (1997) de Danny de Vito.
A falta de ver Henry Sugar, el próximo año, por Wes Anderson ( quién ya buceó en su universo literario con El fantástico Mr Fox) y tapando las bocas de todos los imbéciles que, afortunadamente, fracasaron en vetar y modificar sus libros " políticamente incorrectos"...sin haber leído una línea ( cosas de la generación de cristal) éste relato de orígenes nos presenta a un inspirado Timothee Chamalet ( Dune, Call me by your name) perfecto en su papel, en plena cruzada contra el cártel del chocolate, y contra el obispo ( Rowan Atkinson en su salsa) en su afán de crear su propia tienda ( y posterior factoria ) chocolatera.
" No importa que lo tengas, sino con quién lo compartas" decía su madre, una breve Sally Hawkins ( Maudie, La forma del agua) que rivaliza en brillantez con la soberbia Olivia Colman ( El Padre) cómo casera siniestra ( chof chof), que esclaviza a sus inquilinos, en una especie de" Laundry exploitation" donde Willy conoce a Noodles ( Calah Lane)..
Pero es a partir de la aparición del Ompa Loompa roba-bombones nocturno ( cual troll en Los Ojos del gato) cuando se anima la función. Un Hugh Grant en estado de espléndida madurez interpretativa ( The Gentlemen, Honor entre ladrones) se lo come todo, y no sólo la chuchería marrón. Con una perfecta conjunción entre CGI e imagen real ( a ver si aprenden los del ratón) , su diseño respeta el original de 1971 ( violeta y naranja), aportando solidez a éste fantástico musical con canciones de Neil Hannon. Aciertos escenográficos de todo tipo rematan ésta oda al " sense of Wonder " que nos recuerdan a los clásicos navideños con los que crecimos. A esperar ahora, si se animan, la plasmación al séptimo arte de Charlie y El ascensor de cristal. Mientras tanto, esta es una buena tableta para disfrutar
Adrián Gómez Alonso

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