
Entre lo sublime y lo grotesco. Así se debate el nuevo film de Coralie Farget ( Revenge), la película de la que todo el mundo habla. Éste es sin duda el año del cine polémico y controversial ( Megalópolis, Joker; Folie a Deux ). Aqui estamos ante otra propuesta arriesgada, como pocas. Elizabeth Sparkle ( una entregadísima Demi Moore) está en esa edad entre la Norma Desmond de El Crepúsculo de los Dioses (1950) y la Jane Fonda del Gym televisado. Un histriónico Dennis Quaid, entre Ted Turner y Harvey Weinstein, prefiere aprovechar todo de la gamba, y busca carne fresca. Para Elizabeth (y Moore lo sabe bien), las oportunidades se han acabado. La Sustancia es el suero que actualiza El retrato de Dorian Gray. Clandestinamente, desde un baño hasta su piso, se convierte en Sue (Margaret Qualley), nueva estrella catódica y líder de audiencia, pero hay que " respetar el equilibrio". Una no puede existir sin la otra. Y a partir de ahí la la locura (literalmente). Un reparto que lo da todo hasta el impudor, en un crescendo, que combina la " nueva carne " Cronnenbergiana ( Videodrome, La Mosca, Existenz, Crímenes del Futuro ) con el Society (1988) de Brian Yuzna, combinando planos Kubrickianos con tintes de Stephen King (Carrie, El Resplandor). Un pastiche? ,Si, pero excelentemente facturado. Que una gamberrada tragicómica (todo hay que decirlo) como ésta llegue a salas, y genere división de opiniones (cómo las dos anteriormente citadas) y encima funcione cómo alegato feminista (inteligente, como la excepcional Pobres Criaturas ) dice mucho de los ovarios de su autora. El humor negro destilado es necesario, porque el festín gore del final, que bebe tanto de El hombre Elefante (1980) cómo de la escena del restaurante de El sentido de la vida (1983) desafía la paciencia (y el estómago) del espectador. Imagínese La muerte os sienta tan bien ( 1992) filtrado por Clive Barker. Aún se queda corto. Porque la estrellas siempre se acaban diluyendo, al margen de regeneraciones y relevos. La disconformidad deriva en deformidad, y lo bello es sólo un destello. El bótox facial de Demi Moore es un reflejo del planteamiento. Y es que Hollywood es la mejor fábrica de sueños, que acaban tornándose en pesadillas, y al final, tanto Tod Browning como Bernie Wrighston, tenían razón..
Bienvenido a La Feria de los Monstruos.
Adrián Gómez Alonso.
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