Reseña de: "Voy a pasarmelo mejor" por Gara Lacaba
- Tenebris
- 12 jul
- 3 Min. de lectura

La ópera prima de Ana de Alva, "Voy a pasármelo mejor", no es solo un debut prometedor, sino una confirmación del talento emergente en el panorama cinematográfico español. Con una madurez sorprendente para su edad y experiencia, de Alva entrega una película que es, ante todo, un emotivo y entrañable tributo a la amistad y a esa etapa efímera de la juventud donde todo parece posible.
El corazón de "Voy a pasármelo mejor" reside en su mensaje. La película destila una ternura y una autenticidad que resuenan profundamente, recordándonos la pureza de los lazos que se forjan en la niñez y la importancia de atesorar esos recuerdos. Es una oda a la diversión despreocupada, a los sueños compartidos y a la nostalgia de lo que una vez fue, pero que permanece grabado en el alma. La habilidad de de Alva para capturar estas emociones complejas sin caer en el sentimentalismo barato es uno de los mayores aciertos del film.
El elenco, con un especial reconocimiento a las interpretaciones que dan vida a los protagonistas, brilla con luz propia. Los jóvenes actores logran una química orgánica y creíble, transportando al espectador directamente a la dinámica de su grupo de amigos. Sus actuaciones, llenas de frescura y naturalidad, son clave para el éxito de la película, permitiendo que el público se identifique plenamente con sus alegrías, sus pequeños dramas y sus descubrimientos. La dirección de actores es, sin duda, un punto fuerte, extrayendo lo mejor de cada intérprete y asegurando que la veracidad de los personajes sea innegable.
Uno de los aspectos más notables de "Voy a pasármelo mejor" es su impecable ambientación en el año 1992. Desde la dirección artística hasta el diseño de vestuario y la banda sonora, cada detalle contribuye a un viaje en el tiempo que evoca con maestría la atmósfera de la España de principios de los noventa. La película no solo recrea la estética de la época, sino que logra capturar su espíritu, sus costumbres y su idiosincrasia, ofreciendo una experiencia inmersiva para aquellos que vivieron esos años y una ventana fascinante para las nuevas generaciones. Esta meticulosa recreación contribuye significativamente a la autenticidad y el encanto de la narrativa.
Pero lo que realmente asombra y merece ser destacado es el excelente trabajo de Ana de Alva como directora. Ser tan joven y que esta sea su primera película podría sugerir inexperiencia, sin embargo, de Alva demuestra una visión clara, una sensibilidad artística aguda y una capacidad de ejecución digna de un veterano. Su dirección es segura, fluida y con un control narrativo que pocas veces se ve en un debut. Ha sabido extraer la esencia de la historia, guiar a sus actores con maestría y crear una atmósfera envolvente que eleva la película mucho más allá de una simple trama. "Voy a pasármelo mejor" es un testimonio del inmenso potencial de Ana de Alva y la confirma como una voz a seguir muy de cerca en el panorama cinematográfico.
En resumen, "Voy a pasármelo mejor" es una joya cinematográfica que combina un mensaje entrañable con actuaciones convincentes y una ambientación magistral. Es, sobre todo, una muestra del talento excepcional de Ana de Alva, cuya dirección resplandece con la promesa de una brillante carrera por delante. Una película que conmueve, entretiene y deja una huella duradera.
Gara Lacaba Toledo
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